Pintor, diseñador de vidrieras y escritor, estudió escultura en la Académie Julian después de un breve paso por la École des Beaux-Arts. También estudió filosofía y literatura en la Sorbona de París. Obtuvo certificados de historia del arte y filosofía en 1925.
A partir de 1930, el joven artista comienza a exhibir su trabajo en exposiciones de grupo junto a Fautier, Pougny, Goerg y a Gromaire, con quien traba amistad. Alentado por Pierre Bonnard, expone en una primera exposición personal en 1932.
Viaja por primera vez a Saint Guénole, en Bretaña, en 1936 y a partir de entonces el mar y la luz del norte tomarán un lugar privilegiado en su visón artística. El mismo año entabla una amistad con Jacques Villon. Participa el año siguiente a la importante exposición “El Arte Independiente, Maestros de Hoy” (Petit Palais, París).
En 1938 recibe el Premio Blumenthal, y tres años más tarde organiza una exposición que representará un hito en la historia de la pintura de la Escuela de Paris: Veinte jóvenes pintores de tradición francesa, ideada como una provocación de cara al ocupante alemán que había tachado esta forma de expresión de “arte degenerado”.
Hasta el final de la guerra, Bazaine expone con frecuencia junto a Estève y Lapicque, manteniendo a la vez estrechas relaciones con otros pintores como Manessier, Singier, Gischia, Pignon o Le Moal. Participa en adelante en grandes ferias internacionales (Bienal de Venecia, Instituto Carnegie de Pittsburg, Bienal de Sao Paulo, Documental de Kassel…).
En París, en 1949, tuvo lugar su primera exposición personal de real importancia, en la que Bazaine muestra las pinturas realizadas entre 1944 y 1949. Su trabajo rechaza entonces la apariencia, haciéndola sensible por una amplia gama de colores de una gran riqueza de armonías (arte lírico). La primera retrospectiva de su trabajo se organiza en 1959, sucesivamente en la Kunsthalle de Berne, el Stedelijk Museum de Eindhoven y en el Museo de Ámsterdam. Tanto sus exposiciones personales como colectivas, se sucederán con regularidad en el transcurso del tiempo.
Exploró numerosas vías de expresión: acuarela, gouache, grabados, litografía, y tendrá siempre una actividad intensa para trabajos destinados a ejecuciones monumentales: pintor de cartones para tapices, cartones para mosaicos (iglesia de Audicourt, UNESCO en París, ORTF, Palacio del Luxembourg…), cartones para vidrieras (iglesia de Assy, castillo de La Chaux, de Villeparis, iglesia de Saint-Séverin de París, catedral de Saint-Dié…). Realiza decorados de teatro e ilustraciones de libros, para amigos como André Frénaud, Raymond Queneau, Jean Tardieu, Eluard u otros muchos. Además, a partir de 1934, Bazaine quien siempre fue un hombre de cultura, acompaña su trabajo de pintor con reflexiones sobre el arte y los artistas. Su libro “Apuntes sobre la pintura de hoy” (ed. Fleury, París, 1948) es un clásico de los ensayos escritos por pintores, y será con frecuencia traducido y reeditado.
(Fuente: Galería Michelle Campetier)
