Sophie Calle
Hija de un oncólogo y coleccionista, Robert Calle, y de una crítica de libros, Monique Findler. Tras graduarse de la escuela secundaria a los 17 años, Calle evitó continuar sus estudios y, en cambio, pasó siete años viajando por China, Estados Unidos y México. Nunca asistió a la escuela de arte y, a menudo, ignora la etiqueta de artista, describiendo muchos de sus proyectos como un “private game”. Según ella: “No pensé en convertirme en artista cuando comencé. No consideraba lo que estaba haciendo como arte”.
En su práctica, Calle trabaja en fotografía e instalación, combinando fotos, textos, y videos para crear narrativas de experiencias privadas, propias y ajenas.
Los “private games” de Calle comenzaron a su regreso a París a finales de los 70, cuando decidió seguir a extraños por las calles con el objetivo de volver a familiarizarse con la ciudad. También se dedicó a la fotografía, que había aprendido mientras vivía en California, inspirándose en el trabajo del fotógrafo estadounidense Duane Michals. El voyerismo y la vigilancia se convirtieron en las principales tácticas artísticas de Calle.
La combinación de retratos, arte conceptual y la exposición pública de experiencias privadas se convirtieron en sellos distintivos del trabajo posterior de Calle. Sin embargo, su trabajo también se ha centrado en cuestiones de ausencia y deseo en sus relaciones personales. Al ofrecer su propia vida emocional y psicológica como tema artístico, Calle invita a los espectadores a meditar sobre el dolor, la pérdida y el recuerdo.
Ha mostrado su trabajo extensamente en Europa desde principio de los 80, y en Estados Unidos desde su primera exposición individual en Fred Hoffman Gallery de Los Ángeles en 1989. Actualmente vive y trabaja en París.
(Fuente: Guggenheim Museum)
París (Francia), 1953