Frente al realismo intimista y subjetivo de Antonio López o de Carmen Laffón otros grupos de artistas propusieron en los primeros años sesenta nuevas corrientes figurativas desarrollando un “realismo social” que permitió denunciar situaciones políticas a la vez que renovar los recursos plásticos de la imagen. Así surgió un colectivo de artistas que trabajaban con estilos muy diferentes, llamado Estampa Popular, pero cuyo denominador común fue la militancia antifranquista de sus miembros.
En 1964, una vez disuelto aquel grupo, tres artistas que habían trabajado en él, Rafael Solbes, Juan Antonio Toledo, y Manuel Valdés, fundaron el Equipo Crónica, efectuando un giro dentro del tema del realismo social y adoptando una estética que tomó del pop art sus recursos iconográficos y compositivos.
Dos años después de la fundación, Toledo abandonó el grupo y los dos miembros restantes decidieron trabajar conjuntamente, firmando con el nombre de “Equipo” para eludir la autoría y el ego. Las obras de los primeros años mantienen una temática social (de ahí el título “Crónica”), con imágenes contundentes, pero en ellas aparece un punto de ironía que se acentúa en algunos casos en el título.
De la apropiación de imágenes de los medios de masas pasó el Equipo Crónica a apropiarse de las del “gran arte”, mezclando ambas, como hacía el pintor pop norteamericano Roy Lichtenstein, de quien estos artistas tomaron los recursos compositivos, el empleo de tramas y la tipografía.
El Equipo Crónica realizó series de cuadros de gran formato sobre temas candentes, como las cargas policiales en París durante los acontecimientos de Mayo del 68, intercalando sobre imágenes tomadas de la prensa fragmentos de conocidas y reconocibles obras de arte, con lo que unieron temas populares con emblemas del arte culto.
(Fuente: Museu Fundación Juan March)
