August Puig

Aprende el oficio de orfebre y las técnicas de la pintura en el taller de su padre, profesor de arte y discípulo de Torres García. Fecha clave en su vida es el año de 1944, ya que decide abandonar los estudios para dedicarse por completo a la pintura y se produce un primer encuentro con Miró, el cual ejercerá un notable influjo en sus primeras obras, junto con Picasso, Kandinsky, Klee y el fauvismo.

A finales de la década de los cuarenta su obra gira en la órbita del surrealismo y en ella predomina un marcado gusto por el color que cultivará a lo largo de toda su carrera; en estos años entra en contacto con el grupo Dau al Set en el cual nunca se integra, marcando ya una pauta de lo que será su devenir en el mundo artístico, siempre al margen de movimientos y escuelas debido a su inconfundible estilo.

En 1947 obtiene una beca del Instituto Francés, lo que le permite trasladarse a París, ciudad en la que permanece hasta 1953, entrando en contacto con la vanguardia europea y afirmándose en su peculiar mundo onírico y submarino, poblado de extraños seres sobre fondos diluidos.

Cuando regresa a España su obra es ya plenamente abstracta e informalista y en ella sigue teniendo un valor fundamental el color que, a partir de 1973, fecha en la que se instala en Cadaqués (Gerona), se deposita en la superficie pictórica creando violentos contrastes.

Desde su primera exposición individual organizada por Bernard Dorival en 1949 en París ha expuesto con frecuencia tanto en España como en el resto de los países europeos.

(Fuente: josdelbarroco.com)