Graciela Rodo Boulanger

Sus primeras lecciones las recibió del lituano Juan Rimsa. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Viena (Austria), donde también asistió al Conservatorio de Música. Ofreció conciertos de piano en La Paz.

Luego de varias experiencias, hacia el año 1961 inicia estudios de arte en París (Francia). Su formación plástica tomaría rumbos definitivos en base a lecciones de grabado de Johnny Friedlander, con quien trabaja hasta 1968, año en que decide radicar en París.

Fue encargada por la UNICEF para ilustrar afiche del ‘ Año Internacional de la Infancia ’ (1979); este organismo publicó su obra Primavera para conmemorar la Primera Cumbre Mundial de la Infancia en la Ciudad de Nueva York (EEUU, 1990).

En 1991 la artista decía de su propia obra: «Pintar ha sido y es para mí la razón de vivir. Es la manera de comunicar, la manera de decir yo amo, de decir yo creo, de decir yo espero. Es la manera de transmitir mis pensamientos y mis emociones en el mundo entero. Es la llave con la cual yo puedo abrir la puerta de una casa. Entrar con mis niños, mis gatos, mis vacas, mis pájaros y decirles la vida es bella, la vida tiene mucha esperanza!».

El crítico argentino César Magrini la definió: «Gran creadora, muy imaginativa, tierna y sensible, con la puerta siempre entreabierta al inagotable mundo de la infancia, con la otra al de lo que la razón, por sí sola, no es capaz ni por casualidad de concebir, esa mezcla de ambos elementos, o mejor dicho esa combinación, no solo visualmente hermosísima, capaz incluso, de llegar a enloquecer de entusiasmo a quien esté delante de las obras».

(Fuente: elias-blanco.blogspot.com)